Cuándo empieza a gatear un bebé
El ser testigos de cómo el bebé va creciendo y por ende siendo cada vez más capaz de llegar a cabo ciertas acciones que en sí irán dando forma a su personalidad como individuo, y saber ser guías al momento de que el infante empiece aprender e imitar, será sumamente necesario si lo que se quiere es que el pequeño experimente un aprendizaje significativo.
El gateo será ese momento en el que el bebé aprenderá por si mismo cómo desplazarse y llegar a donde quiere, en base a su propio esfuerzo, proceso que deberá ser monitoreado en todo momento, pero también celebrado por los padres, para animar al pequeño.
Todo a su tiempo
Ver crecer y estar presente en cada nueva habilidad física y mental que vaya adquiriendo todo bebé, será en sí una experiencia inigualable como padre, ya que no sólo la presencia cómo adultos hará sentir seguros a los pequeños, sino que nuestra guía será en todo momento oportuna e indispensable.
El pequeño, durante los primeros meses de vida, aproximadamente entre los 6 y 10 meses, será protagonista único de una serie de cambios evolutivos tanto a nivel motor como cognitivo, que le irán dando la capacidad de estar y ser a plenitud poco a poco como ser humano.
Como padres nos llena de ilusión ver dar su primeros pasos a nuestro bebé, pero para ello, el mismo primero deberá desarrollar ciertas destrezas físicas, que de una manera u otra le permitan mantener el equilibrio y así evitar riesgos de caídas o golpes.
El bebé primero deberá aprender la habilidad de mantener su cabecita recta, pues bien es sabido que el desarrollo físico va por etapas y niveles, por tal razón, el bebé primero deberá sentirse cómodo y poder mantener la postura de su cuello, cabeza y hombros, antes de intentar con el gateo.
Ya que asimismo, luego de que el pequeño sea capaz de mantener la estabilidad a nivel de cabeza y hombros, será necesario que poco a poco pueda ir manteniéndose recto al sentarse, ya que la formación y estabilidad a nivel de columna del bebé será algo que sucederá poco a poco, y será determinante en todo caso.
Lo que sí deberá tenerse en cuenta es que cada bebé será diferente en cuanto a su tiempo de crecimiento y adquisición de habilidades motoras, tener paciencia y saber guiar al pequeño será factor fundamental para el éxito.
Buscar información al respecto, y saber por ende, qué ejercicios podrían ayudar al bebé a mejorar sus habilidades e intentos por gatear cada vez mejor.
Dejar libremente al bebé en espacios seguros y amplios, ayudará a que el mismo explore sus posibilidades y tenga la oportunidad de intentar gatear una y otra vez, hasta efectivamente lograrlo.
¿Cómo hacer del gateo una experiencia enriquecedora?
Hay ciertas pautas que te ayudarán a que los inicios del gateo de tu bebé sean más naturales. Te dejamos algunas ideas que seguro te podrán ayudar.
Estar atento y presente
Procurar estar al lado del pequeño en cada gran evolución y pasó que dé, respecto a sus habilidades como ser humano, ayudará a incrementar su autoestima y seguridad, lo que en sí será totalmente positivo para el proceso de adaptación del mismo al ambiente en el que se desenvolverá cada vez más.
Hacer de la práctica algo divertido
Interactuar con el bebé durante esos momentos en los que el mismo disfrute de su capacidad motora, permitirá que la adquisición de determinadas destrezas suceda más fácilmente, y que el niño sienta que lo que está experimentando es algo bueno y enriquecedor.
Por tal razón cuando el bebé empiece a gatear, será recomendable llevar a cabo actividades que le ayuden a fortalecer sus extremidades y mejorar su estabilidad al moverse o desplazarse.
Ponerle pequeños retos interactivos, como el jugar a las carreras, dentro de su capacidad claro está, hará que el pequeño se anime a dar pasos cada vez más certeros y rápidos, por lo que involucrarse en tal sentido será primordial.
El servir de apoyo al bebé también durante el gateo, lo ayudará a ir conociendo su propio campo de acción, y a identificar cuál impulso motor es el que le ofrece lo que desea experimentar a nivel de movimiento.
Colocarse a la par del bebé, es decir, en el piso y demostrarle al mismo cómo desplazarse, hará que el pequeño, por imitación intente esos movimientos, que lo harán ser cada día más capaz de mantenerse en equilibrio y pasar entonces del gateo a sus primeros pasos.
El mismo bebé será quien vaya marcando el ritmo en cuanto a la evolución en sus movimientos corporales, por lo que ayudarlo un poco siempre será oportuno, por ejemplo ayudarle a ponerse en cuatro patitas y hacerle ver cómo lograrlo solo, le facilitará mucho tal proceso.
Estimular al bebé a seguir intentándolo
Seguir alentando al bebé a ser curioso y cada día descubrir nuevas formas de movimiento, hará al pequeño autónomo y capaz; así como se deberá estar atento a posibles tropiezos, también se le deberá dar espacio al mismo para que aprenda de sus errores y sepa con que movimiento se siente más seguro.
No comparar, ni presionar al pequeño
Cada bebé gateará cuando esté preparado y listo para ello, comparar el crecimiento y evolución motora de nuestro bebé con el de otro, será en toda oportunidad un grave error, ya que deberá entenderse de ante mano que cada ser humano es diferente, y asimismo sus procesos.
Todo a su tiempo
El mismo bebé irá marcando su avance, y dando indicios de poder o no intentar gatear o en caso que ya lo haga, caminar y dar sus primeros pasos, por lo que dejar que todo suceda a su tiempo será la mejor opción.
Igualmente contar con asesoría médica será necesario cuando el bebé presente patologías que necesiten atención, y así mismo, apoyo al empezar el proceso de crecimiento.
Ser consecuente, atento y paciente con nuestros bebés será necesario si lo que se desea es que el pequeño se sienta dueño de su propio desarrollo, y sin duda sienta nuestro apoyo, mediante pequeñas acciones y cuidados.